Esta pregunta tan recurrente en la gran mayoría de las personas tiene una respuesta compleja y lamentablemente real.
El país está atravesando por una de las crisis económicas más difíciles de los últimos años, lo que sumado al cansado tejido social, hacen de este combo algo sin igual.
Faltando pocos días para decidir el rumbo para los próximos 4 años, Argentina se encuentra sin precios de referencia, sin productos en góndolas, sin nafta, sin ideas y con mucho planteo político tan estéril como innecesario. Lastimosamente, el pueblo no toma dimensión de lo que ocurre y esta cegado por un fanatismo político, dejando sin efecto la realidad.
El título que utilicé refleja la poca noción que tenemos frente a esta guerra ideológica que nos va a llevar directamente a la ruina.
Indudablemente al actual Ministro de Economía se le perdona absolutamente todo total de que no gane su rival Javier Milei. Ahora me pregunto, ¿esa es la solución? ¿Debemos ser un pueblo sometido al fracaso, la individualidad y mezquindad partidaria en aras del populismo?
Muchos interrogantes para una patria que se desangra lentamente, dejando que algunos pocos vivan del poder mientras que el resto de la población se rige bajo el miedo, la desolación y el fanatismo.