Hay tiempos para dejar los fanatismos y entender que no todo tiene la lógica de los enfrentamientos y pasiones futboleras.
No sólo hay tiempos, hay temas que no se pueden tratar dentro de esos parámetros, la política es, más que nunca en este momento, uno de esos.
Tendemos siempre a buscar explicaciones simples sobre cualquier tema y la política no tiene explicaciones simples. Y es así porque no se trata meramente de fervor y emoción. Existen intereses y personas en juego que hacen necesario un análisis mucho más profundo que decidirse por los colores o basarnos en la historia que nos marcó para toda la vida como con un club. Necesitamos mucha más información para involucrarnos políticamente y no pasar como simples repetidores de frases hechas sin sentido ni explicación alguna.
La política no es un Boca - River, no podemos tomar posiciones políticas simplemente por estar históricamente de un lado o de otro. Por simpatía, obstinación o fidelidad.
Para tomar una posición política sobre cualquier tema es necesario analizar las consecuencias que traerá, las personas que afectará, durante cuánto tiempo, cuáles son los fundamentos que respaldan esa posición, qué nos dice la historia sobre casos similares.
Y es necesario que lo hagamos todos. Que todos tomemos una posición política ante los hechos de la vida, porque políticas son todas la decisiones que tomamos a diario sobre cualquier cosa.
Los seres humanos nacemos más indefensos e inútiles para sobrevivir por nosotros mismos que cualquier otro ser. Es imposible que sobrevivamos solos hasta después de un importantísimo y extenso tiempo. Evidentemente entonces, somos seres sociales que necesitamos de los otros. Entonces, ¿en qué momento pasamos a creernos suficientemente capaces como para no necesitar de nadie?, ¿cuándo dejamos de ser vulnerables humanos que dependemos de los otros para vivir?
Son falaces los latiguillos como “yo no entiendo nada de política”, "siempre hubo que trabajar", "nunca nadie cambió nada", "son todos iguales". Y son tan falsos que todos sabemos que no son ciertos y que son simplemente excusas cuando que no se sabe cómo justificar las malas decisiones o la falta de interés.
La tibieza intelectual cuando hay inmensos sectores aprovechados y abandonados por el sistema, no es parte de la política. Tomar una posición política es estar atento todos los sectores, pero sobre todo los que mantienen el mundo andando y que son, por lo general, los más afectados por disponer de menores posibilidades de desarrollo.
No es humano quedarse callado ni hacerse el desentendido.
¿Cómo llegó la idea de que salvarse solo era algo válido?